domingo, 29 de diciembre de 2013

Señora que quiere recoger frutos





Dicen que el otro día Rajoy se apareció a unos pastorcillos, digo periodistillos, sin plasma ni nada, in person, a pelo. Y dicen que lo hizo para anunciar que el año que entra terminará la etapa gris. Que toca recoger los frutos.
 "No vamos a desfallecer ahora que recogemos los frutos de tanto esfuerzo".
No sabemos si sólo haremos de recolectores para apilarlos en la despensa del patrón o nos caerá algún cestillo de manzanas. Viniendo de donde viene el anuncio me temo que las manzanas sean como la de Blancanieves. 














Ya se ve la luz al final del túnel. Ay, esa es otra. ¿Cómo se cuece lo de la subida de la luz?
 Dejemos que nos lo cuenten...
"Vamos a subir la luz. Atención, pregunta: ¿Cómo se la metemos al personal? Fácil.
Primero se deja caer el subidón subidón... que alguien lo filtre, pero como que no es cosa nuestra. Si se le puede echar la culpa a la herencia recibida, mejor que mejor.
Luego nos ponemos la capa de Supermán y salimos diciendo que vamos a luchar por el sufrido contribuyente, hombre pofavó....a mi contribuyente que no me lo toquen.
Y después, nos vamos de relaxing cups, descojonados de la risa que da el saber cómo esos desgraciaítos andan dándole a la calculadora para saber si van a poder poner la calefacción o tendrán que poner a la abuela a tejer mantas in extremis.
Damos un tiempo prudencial para que el pueblo llano se crea que la lucha por sus derechos está siendo más que cruenta, y mientras, cae otra tanda de gintonics de los de a 3 euros del Congreso. ¡Qué sitio para currar el Congreso! Mejor que en casa. Se curra poco, que no te apetece oir lo que están diciendo, pues te escapas al bar, y encima te dan 1823,86 euros de alojamiento todos los meses. Da igual si vives a la vuelta de la esquina. Un chollo, vamos. Dicen que sólo lo supera el Senado, que es como la tierra prometida. Ahí estamos todos echando la solicitud.
Bueno, ¿por dónde iba?...
Finalmente se convoca a los medios y sale el jefe como héroe victorioso a modo de Aragon en la última escena de "El retorno del rey" y anuncia la buena nueva.
Habrá subida, sí, pero ni comparación con la que se nos venía encima. Será como un chisporroteo, un pequeño calambrazo.
Sauron ha sido derrotado. Empiezan los brotes verdes."
                   Ah no, que eso era de otra película...



viernes, 27 de diciembre de 2013

Señora que cocina por Nochebuena





 Despierto en un hotel sevillano. Es 25 de diciembre, fun fun fun... 
La noche llamada Nochebuena ha sido de todo menos buena. Ciclogenética, nuevo palabro para definir el temporal de lluvia y viento, aderezado con árboles tumbados, alguna que otra tapia venida abajo y mucha, mucha agua.
A pesar de las inclemencias meteorológicas lo pasamos bien. Cobijados en el salón de la residencia sevillana de mi primogénita y rodeados de gatos, dimos buena cuenta de una buena cena napolitana. Porque mi familia tiene un ramalazo italiano fijo.
En casa, la pasta forma parte del menú de forma habitual. Día sí, día también.
Y en Nochebuena tampoco puede faltar.


Antes, en llegando estas fiestas yo preguntaba:
- "¿Qué os apetece este año?¿ Asamos un pavo?", decía yo con el hacha de talar pinos en la mano.
- "No fastidies, que se hace bola. Además los pavos son lindos. Anda, guarda el hacha..." decía Francesca
- "¿Cordero a la segoviana'?, proponía yo, sacando de la alacena los platos decapitadores.
-"¡Ay no! Con lo lanudos y esponjosos que son los corderitos. Mamá, ¿es que todo lo que propongas comer va a tener cara lastimera?"
Descarté la pularda, el estofado de vaca retinta y el cabrito cuchifrito. Di por hecho que el conejo con arroz tampoco iba a ser muy aplaudido en cuanto les recordara al de Alicia en su país.
- "¿Qué tal una buena lombarda?"
- "A mi me da gases", replicó el mediano
Nada de conciertos de tuba. Fuera coles de bruselas, romanescus y demás verduras flatulentas.
Pues se me acaba la lista...
"¿ Y por qué no haces macarrones?", dijo el pequeño al verme con cara circunspecta.
Y ahí están, siempre presentes. Como plato principal de noches buenas, o malas.
 Sí aceptaron algún bichejo marino tipo gamba o almeja, alguna tartaleta o croqueteo alrededor, pero la fuente de pasta tiene que presidir nuestra mesa como una reinona.
Pues hágase su voluntad. Me lo ponen fácil... y siempre triunfo...




lunes, 23 de diciembre de 2013

Señora que felicita las Pascuas



Llegó el solemne día en que hay que felicitar las Pascuas.
De niña iba con mi grupito de amigas, de casa en casa a cantar "el pujo". El pujo se cantaba por tierras castellanas, aunque luego fue relegado a secundario y fluyó el villancico, que tenía más variedad.
Pero el pujo tenía su aquel.
Aquella famosa letra que decía: "Pujo pujo pujo señora María, deme usté aguinaldo que es usté mi tía. La zambomba pide pujo y el que la toca ocurrencias. Si no nos dan aguinaldo le cagamos a la puerta."
Gran letra con gran mensaje, un tanto amenazante pero muy humano y sentimental. Está claro que la señora María abonaba el aguinaldo con presteza, aunque fuera porque una evacuación múltiple al lado del zaguán no iba a dar la talla como ornamento navideño. Y nosotras seguíamos calle abajo, aporreando puertas para ofrecer nuestro alegre cantar, pequeñas mafiosillas en busca de dádivas. 
Luego llegó telefónica con sus mensajes de móvil y se llevó nuestro aguinaldo. Bueno, nosotras también crecimos, claro está. La señora María pasó a mejor vida y el pujo se quedó en un rincón de la memoria.
Ahora el wasap, twitter, facebook y demás familias se han hecho con el control de la felicitación navideña. Felicitaciones de diseño, con las últimas tecnologías, que lo mismo le ponen un gorrito de Papa Noel a la abuela que le adjuntan tu cabeza a un gnomo danzarín.
Una servidora, antigua donde las haya, vuelve al chrisma de toda la vida para desearos mucha felicidad.
Y quiero hacer un guiño a los amigos, a los que siempre están ahí aunque no se noten, a los que no conoces en persona y te echan un cable de ánimo desde dentro del ordenador, a los que le pides algo y no preguntan por ni para qué, a los que cuando te duele el hombro se ponen a hacer tu trabajo, a los que te echan de menos al segundo día que no te ven....  
Lo digo con conocimiento de causa, la vida no sería lo mismo sin vosotros.
Gracias por estar ahí y disfrutar mucho de estas fiestas.  

domingo, 22 de diciembre de 2013

Señora que añora aquellas comidas de empresa


¿Qué fue de aquellas comidas de empresa por Navidad? Aquellas en las que dejábamos a un lado escaletas, horarios, estreses y malos rollos y nos reuníamos en torno a una mesa a comer esos menús de plato enorme y comida escasa y sobre todo beber, como los peces en el río, pero con más gradación.


Y esas coreografías, servilleta en mano, pidiendo el indulto de alguien, y luego venían las guerras de pan, cestillo en ristre. 
Y las cenas de hermanamiento o de intercentros con las ciudades aledañas, donde poníamos cara a las voces que oíamos por teléfono cada día.



Todo era alegría y alboroto. Los comentarios laborales eran sobre los patazos metidos en informativos, ya fuera en forma de atún en alerta o de fajín del abuelo.



En las caras se notaba el alegrón que transmite la extra calentita en la cuenta corriente. Bueno, dice esta muchacha que el tinto también tiene algo que ver...


Las mesoneras se ponían así de alborozadas cuando asomábamos por la puerta de la cantina. Nunca supe porqué.
Y llegaban las danzas...



y las imitaciones de Chiquito o de Sabrina....


un poco de boxeo....
cánticos regionales....


algún sentimental se atrevía con un fado...

la exaltación de la amistad....

y alcohol para curar las heridas.



Eran comidas multitudinarias y alegres. Pero... la comida empresarial se está perdiendo y es una pena. 
Propongo un brindis por ella, para rescatarla del pasado,
 y por los comensales, por los que se fueron a otras tierras,
 por los que lo hicieron para no volver, sobre todo por ellos,
 y por los que seguimos aquí, siempre con ganas de levantar un vaso en buena compañía.








viernes, 20 de diciembre de 2013

Señora en la penumbra





Que dicen en el parte que nos suben la luz un mucho por ciento. Estos del PP son insaciables. Me los imagino diciendo unos a otros
"Sal tú Montoro, que a mi me da la risa"
"No, no, sal tú, que las pensiones me tocan a mi fijo."
A veces pienso que esto es una especie de concurso de aguante. ¿Cuánto puede soportar el ciudadano de a pie? ¿Hasta dónde llega la capacidad de adaptarse a la miseria?....
Y un día cualquiera sale la Cospe y dice:
"Que era bromaaaa!!!!! Inocentes, que sois unos inocentes..."
Y alguien se levanta y le da un tartazo y ella se descojona en vez de ordenar prisión incondicional para el tartero.
Mientras llega esto, o no, bajaré del desván los candelabros de la abuela para la mesa del salón. En breve mi casa se asemejará a la de Eddard Stark, señor de Invernalia, y abriré la puerta de mi morada, antorcha en mano al grito de "¿Quién vaaaa?" 
Si al final va a resultar que este gobierno es una máquina del tiempo. Empezamos el viaje por la dictadura franquista y acabaremos en Atapuerca. Viaje con nosotros a mil y un lugar. Sin aviones, como en Castellón.
La nota positiva es que el subidón empieza en Navidad y tenemos puestas las lucecitas del árbol.... aprovecharlas antes de que entremos en el año de las sombras.



jueves, 19 de diciembre de 2013

Señora que prepara su Navidad



Ya es día 19 y hay que sacar las reliquias navideñas. Vamos planchando el reno y almidonando las bolas de los gorros. Por lo menos hay que orear la chaqueta de Mamá Noela que apesta a cerrao.
Ya tengo mi décimo de 20 leuros que compartiré con el amigo Montoro si se tercia, aunque el hombre todavía no se haya estirao por aquello de que no llevaba suelto cuando le pedí su parte. Anda liao recogiendo cestas de navidad y yendo de mala gana a las cenas de empresa y demás obligaciones que tiene por esta época, así que me ha dicho que coja yo el décimo. Angelico.... a ver si le dan bien de comer, que está muy flaco.
Tengo que ir pensando en las viandas, en los regalos..... uf, yo llego tarde como siempre.
Tampoco es que me motive mucho eso de regalar por obligación y si encima abro el monedero y sale corriendo la araña, adiós.... 
Este año he hecho la pregunta: 
-"A ver, ¿qué os hace falta? ¿calcetines?¿bufandas?¿guantes?"
Porque los aifon, aipad, aipod y demás "ayes" son artículos fríos, tecnológicos, sin alma y están sobrevalorados. Sobre todo esto último....
Que no, hombre, que no...
Nada tan hogareño como unos calcetines gordos. 




domingo, 15 de diciembre de 2013

Señora que va a almuerzo campero


Aprovechando que llega a la cuarentena, mi amiga Concordia decidió celebrarlo invitando a sus allegados a un almuerzo campero. Campero viene de campo, así que nada de lentejuela, rasos ni taconazos. Atuendo cómodo, en mi caso, vaquero y camiseta holgada. Alguna, hace trampilla y lleva tacones, por eso parecen más altas que yo, pero qué más quisieran ellas.....



El comité organizador del evento nos ofrece un mapa y unas coordenadas de google en las que no sale el lugar del ágape. Llamo al criptólogo pero no me coge. Al final optamos por coche escoba y caravana que es lo idóneo en estos casos.






Camino caprino y por fin, llegada a la finca. Buen sitio, buenas viandas y solecito que invita a salir al patio, cerveza en mano.













Obsérvese en la imagen de la izquierda cómo esta muchacha aprovecha el momento foto para sustraer la cartera de la confiada joven de rojo. 



Momentos taurinos tras la comida. Hoy es la tarde de "El niño de Algar" afamado maestro de la zona. El chaval de la camisa de cuadros sólo posa para la composición de la foto, mientras Concordia ensaya un número de escapismo.




Los triunfadores de la tarde saludan al respetable.

Llega el momento dulce, la supertarta, los cánticos, las copas y el cachondeo. 


Un gran día.... 



viernes, 13 de diciembre de 2013

Señora que pone el árbol


Voy un poco atrasada en esto del ornamento navideño. Yo que era de las que, en llegando estas fechas me ponía el abrigón y el gorro de bola, cogía el hacha y salía bajo la ventisca en busca de un buen abeto. Pero el sol gaditano no motiva a desenterrar el hacha.
Mi hermana burgalesa manda por el "guasa" foto de su arbolico.

Muy mono, en verde clásico, con estrellitas y lacitos color caldo de ave y blandiglub.
A juego con los sofales y la batamanta. 
El pie de árbol no atisbo a ver de qué se trata, aunque se asemeja a una bolsa de basura deconstruida. 














En la foto de la derecha, vemos el árbol de mi hijita. No nos lo ha puesto fácil la muchacha. Voy a por las gafas de cerca....
Bueno, pues está claro que es un árbol de raza albina, muy nórdico, también en consonancia con puertas y paredes.
Predominan los tonos fríos, azulados y liláceos. 
En este, la estrella se alza con más poderío y todo el árbol en sí, es más grande. 
El pié de árbol son los paquetitos de regalos, probablemente más vacíos que mi cartera. Muy papanoelesco.






Ambas dos me instan a que saque del altillo a mi pequeñajo, al que familiarmente llamamos "el cono" o Arbeloa. Antes de él tuvimos uno que compré en el Prycafur, de estos plegables. Cuando los niños eran niños, en el puente de la Constitución dedicábamos un día a expandir sus ramas y colgar parsimoniosamente las cintas, angelicos, lazotes, bolas y demás floripondios. Luego, esas bolas servían de juguete a la gata durante todas las fiestas. 
Ahora que no hay niños ni tiempo, hacía falta un árbol cómodo, fiable y rápido. Y así conocí el práctico árbol-cono. Se coloca en cualquier parte, sencillo de manejo. 
La misma estrella que lo corona sirve de asa. Se pone en un pispas y se quita en otro. Apenas ocupa. Es ideal. Un poco famélico pero en estos tiempos de austeridad queda estupendo. La estrella-asa está un poco inclinada para transmitir la inquietud que tenemos en nuestro interior, desde que el año pasado no cobramos la extra. No hay pie de árbol, ¿para qué si es un árbol errante? Pero es dorado cual burbuja de Freixenet y reina desde ya en el pico de la mesita de poner los pies. 
Ea, helo ahí....


domingo, 17 de noviembre de 2013

Señora que busca los edredones



Mi hermana manda por wasap la típica foto de nieve desde su morada burgalesa. Pero no hace falta, porque 3 grados en Cádiz son la señal inequívoca de que ya se pueden sacar los edredones de plumón de ganso. A ver dónde los metí....
 Soy la Messi del desorden. A eso no me gana nadie. El balón de oro al caos lo tengo asegurado año tras año. Llego a pensar que son pruebas que me pongo para ejercitar la memoria. ¿Qué otra explicación tiene que guarde el pantalón de un pijama en un cajón y la camisola en un armario? Rizando el rizo.... espero que no haya hecho lo mismo con los calcetines...
Pues nada, hoy toca el juego del escondite o la búsqueda del tesoro, según se mire.
Voy a desayunar mientras cotilleo un poco.
La primera imagen que veo en el twiter son las piernas magulladas de Neymar. Angelico....
Se ve que anoche le dieron de lo lindo. Qué mal lo pasaría yo si fuera su mamá.
Menos mal que era un partido "amistoso". En un "enemistoso" nos lo mandan por partes. 
Yo vi un poquito el de España con Guinea, que también era "amistoso". 
El más amistoso de todos era un muchachito, un tal Fidjeo, que todavía no distingue bien una pelota de un tobillo. El pobre. Pero el chaval practica y mucho, le pone ganas y gracias a ello va haciendo nuevos amiguitos. A Xavi Alonso creo que le dio su teléfono y todo.
Bueno, que hay que moverse. Es domingo y en Madrid hay acuerdo para retirar la basura. A ver si hacen una buena limpieza también en el Congreso y en el Senado, que ya hay hasta ratas...

sábado, 16 de noviembre de 2013

Señora que se queda sin fiestas



Los sábados son un respiro.
De repente, un día que amanece cuando te despiertas.
A veces. la mayoría, es la gata la que viene a darte con la pata en la nariz. Si no respondes saca la uña, que es más convincente. La chiquilla tiene hambre y está acostumbrada al wiskas a las 6 de la mañana. Pero a pesar del felino, el sábado es dormilón.
Me gusta esa agradable sensación de tener la agenda en blanco, de hacer lo que te plazca o simplemente de no hacer nada. 
Hoy, podría haber despertado en un hotel malagueño, después de un fiestón de aniversario al que me apunté la primera y luego me desapunté también la primera. cuando vi mi última nómina. Últimamente las nóminas tienen ese factor sorpresa, que te quita la sonrisa de la cara y te devuelve a la tarea de usar la matemática aplicada. Uséase, que a ver cómo estiro yo esto. 
Y yo que tenía cuerpo jotero y con ganas de sarao. Es lo que se llama querer y no poder. Pero bueno, no se acaba el mundo por no ir de fiesta. De hecho es de los primeros recortes que se hacen en el presupuesto.
 Antes salías todos los sábados y ahora te quedas viendo "el peliculón", con sorprendentes estrenos como "Memorias de África" o similares. Se ve que los canales tampoco están para muchos cohetes. 
 Pero te dices a ti misma: "Mi misma, ¿y lo a gusto que se está en el sofalito con una manta y un tazón de sopa de puchero acompañada de un Robert Redford casi con acné? Pues claaaro.... " 
Sólo es cambiar de chip. ¿Será por adaptarse? Siempre he sido una superviviente...

jueves, 17 de octubre de 2013

Señora que no le gustan las turbulencias


Voy cada día con mis compañeros a desayunar a una cafetería cerca de mi curro. Hasta aquí todo normal, cotidiano. 
Mis colegas piden sus cafés con molletes bien colmados de mantequilla o jamón. Yo soy de las que nada más sonar el despertador y poner un pie en tierra tiene que comer porque me caigo de la hambruna. Así que con mis compis me limito a tomar un buen Cola Cao. 
Cuando empezamos a ir a esta cafetería, una franquicia de postín, la camarera me puso una tacita con una cucharadita mínima de un polvillo desconocido. 
- "Mira, es que yo quiero Cola Cao."
- "Esto es Cola Cao, pero del turbo"- contestó ella muy segura.
-"¿Y no tenéis Cola Cao normal, sin turbulencias?"
Negativo. Y me explica que a la gente le gusta ese porque se disuelve mejor.
A mi me van más los retos, el trabajarme la disolución, que haya un poco de resistencia por la otra parte, pero como mujer disciplinada me lo tomo, aunque sin demasiado entusiasmo.
Pasan los días, las semanas y los meses y seguimos en el mismo sitio y las turbulencias empiezan a marearme. Vuelvo a incordiar....
- "Mira, es que yo quiero Cola Cao de verdad, el de los grumitos."
- "Estamos esperando a que se acabe el bote y entonces compraremos uno" - Y me explica que en invierno sí lo tendrán porque con la leche caliente se disuelve mejor y no hace falta hacer uso del turbo.
Con esa esperanza en mi interior y aunque sospecho que el bote de Cola Cao no es de 250 gramos sino la marmita de Obelix, vuelven a pasar los días y las semanas.
Mientras mis compañeros hacen mofa y befa de la situación, la niña del Cola Cao se enfrenta a la hostelería gaditana, o la imposible convivencia en un mismo estante de dos botes de Cola Cao diferentes a la vez.
Hoy jueves, gran día para señalar en el almanaque de los sufridos consumidores se produce esta conversación. Dice la camarera:
- "Ya hemos comprado un bote de Cola Cao. Por fin. Pero no lo vamos a abrir hasta que se acabe el turbo, que aún queda. A partir de entonces ya podrá disfrutarlo."
- "Muy bien. Pues ya me avisas. Hoy me pones un vaso de leche."
Abrí el bolso, saqué un bote de Cola Cao que compré ayer tarde y lo puse sobre la mesa. Creo que la sonrisa se le heló un poco. Me serví tres o cuatro cucharaditas y 
las turbulencias empezaron a suavizarse. 
Miedo da cuando empiecen a aplicar la misma medida al restaurante. 
"Lo sentimos, hasta que no se acaben las patatas del jueves pasado, no hacemos arroz." 
Y se quedarán tan panchos.... Así se cuida a la clientela

jueves, 3 de octubre de 2013

Señora que tiene un banco lejano




Las cosas de la banca.... No sé si conoceréis un banco que se hizo muy famoso porque lo llevaba un señor que se llamaba Rato, que tocaba una campanita porque estaba muy alegre cuando oía el tintineo de las monedas alrededor. Pues ese. 
El banco luego resultó que en el saco donde metían los dineros debía tener un agujero... ¿ratas? ¿quién sabe? El caso es que se empobreció mucho, mucho y el señor de la campanita dejó de tocar, hizo las maletas y como no oía el alegre tintineo monetario se fue. 
El banco tuvo que ser rescatado con una gran suma y el saco volvió a estar lleno aunque ignoro si alguien remendó el agujero o por lo menos se fumigó. Por si las ratas....
Aún así y aprovechando el momento complicado, los bankieros decidieron cerrar sucursales, y no una ni dos, sino cienes. Y una de ellas fue la mía. 
Me mandaron una cartita en la que decían que corriera rauda y veloz a informarme. Y eso he hecho, con la sorpresa de descubrir que en vez de pasar mi cuenta a la ciudad donde vivo me la trasladan a Jerez. 
- ¿Y eso? - pregunto cariacontecida....
- Es que ha sido por sorteo.
- Pero si yo vivo en Cádiz y hay oficinas en Cádiz
- Es que ha sido por sorteo y le ha tocado en Jerez
- Pero si yo nunca voy a Jerez
- Pero puede llamar por teléfono.
Ah, vale. Ya me quedo yo más tranquila. ¿A quién se le ocurre pensar que una quiera tener su banco cerca pudiendo tenerlo a unos kilómetros? Hay que utilizar la cabeza y pensar en la comodidad del cliente. Hombre, por favor....¿Para qué hacer un trabajo de ubicación lógica de la clientela, pudiendo meter unas bolas en el bombo, darle vueltas y vociferar “el sieteeeee”? 
Suena como a premio de la ONCE.
Sólo falta el de la campana....

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Señora que se espanta



  Me da mucho miedo la gente que disfruta con el sufrimiento. Con el sufrimiento ajeno, claro está, que el que se quiera dar cabezazos contra una pared porque le excita, tiene todas mis bendiciones. 
Escribo esto después de ver como año tras año y amparándose en la tradición, se mantienen salvajadas como el Toro de La Vega de Tordesillas.
Malos son los que disfrutan mirando pero los que se encargan del martirio del animal son verdaderos sádicos. 
Ayer Mariló Montero lo calificaba de "fiesta maravillosa" que provenía de un rito ancestral que se pierde en la noche de los siglos. Hay muchas "fiestas maravillosas", querida Mariló, que se han perdido, afortunadamente, como la de echar cristianos a los leones o la de tirar a una cabra del campanario. Y tenían su público. Eso es lo que me da miedo. El hecho de que estos ritos proporcionen placer en vez de escalofríos y vómitos me hace ver que no soy uno de ellos. Es esa sensación de las películas de muertos vivientes, cuando tú no estás en el ajo. 
Yo los veo mitad de juzgado de guardia, mitad de psiquiatra con especialidad en psicopatías. Cuántos asesinos en serie han empezado torturando animalicos... 
Vamos, que al festejo de maravilloso le veo poco. Un festival de la barbarie que ensucia la marca España y que avergüenza a muchos castellano leonenses, entre los que me incluyo.
Querida Marilo, si eso es lo que tú tienes por "fiesta maravillosa" hazme caso, háztelo mirar. 
Pero no esperes, mujer, pide hora ya....

miércoles, 11 de septiembre de 2013

La señora del vestido de guindas




 Hoy se ha ido la señora del vestido de guindas. Se ha ido y yo doy saltos de alegría. 
La señora del vestido de guindas vive en el piso de al lado, pero sólo viene en verano. 
No sé de donde es, supongo que del norte porque acento andaluz no tiene.
Su llegada marca el principio del verano y su ausencia el final.
¿Y por qué me alegra su ida? Os cuento.
 Cuando compraron el piso, unos operarios muy simpáticos y con grandes conocimientos de medio ambiente, instalaron el aparato de aire acondicionado al lado de la ventana de mi dormitorio. 
No hay sensación más placentera que la que causa dicho aparato una noche cualquiera de levante, vomitando aire caliente que se cuela en tu cama mientras canta algo así como tum tum tum tum.......
Por esa causa conocí a la señora del vestido de guindas, llamé a su puerta y le expliqué que el aparatito era muy bonito y cantarín, pero que deberían dirigirlo hacia otro lado. Ella puso cara de poker y me dijo que lo sentía, pero que ahí se quedaba y que como gesto de buena voluntad no lo pondría por la noche.
-"Total, sólo venimos 2 o a lo sumo 3 meses al año..."
Sí señora, pero son los meses de verano, justo cuando suele hacer calor. 
Y en vista de que me quejara lo que me quejara la buena señora no se bajaba del burro, aceptamos pulpo como animal de compañía. El aparato zumbaría todo el día, pero a la hora del sueño se apagaría. Y así paso mis veranos, con las ventanas cerradas a cal y canto y con esa magnífica banda sonora, tum tum tum tum....
Esta tarde el balcón estaba cerrado, demasiado cerrado, pensé... No había ropa tendida, ni el vestido de guindas. Hacía calor y aún así, el aparato permaneció mudo toda la tarde. Una sonrisa se dibujó en mi cara.
Cayó la noche y ninguna luz apareció tras las ventanas.
La pesadilla ha concluído por este año.
Pronto llegará el otoño