viernes, 23 de diciembre de 2016

Señora que va a tomar un vaso


Escena novena.
Zona de esparcimiento donde los humanos beben, gritan, cantan, brincan y bailan, como los peces en el río.
La señora llega al pub de moda que sus compañeros de labor han elegido como "lugar de después" de la comida navideña de empresa. 
Este año la señora no ha ido a la comida pero sí ha tenido a bien acercarse con posterioridad a vaciar unos vasos con sus colegas. 
Llega puntual como un reloj (ella en eso es muy británica) a la hora en que la manada se desplaza del abrevadero al bebedero.
La señora se percata de que ya la manada no mantiene con soltura el paso de la oca y en ocasiones algún miembro se sale de la ruta, hace un quiebro, y vuelve a incorporarse.
La ingesta alcohólica en los abrevaderos, en estos días previos a la Natividad, es abundante, máxime cuando va incluída en el menú. Eso explica el paso confuso y en ocasiones la berrea de algunos elementos.
Saludos afectuosos y ya en amor y compaña se adentran todos en el bebedero, donde se unen a otras manadas venidas de remotos reinos, y adobadas de igual manera.
Todo es contento y frenesí. 
Tras la barra, los mesoneros no dan abasto en servir brebajes agarrafados. 
La señora, más fresca que una lechuga, pide una cerveza, que es como pedir media ración de carrillada de cerdo en una mezquita.
   - !Hombre por favor¡!Una cervezaaa¡!Tómate un cubata¡
La señora sonríe, se aferra a su cerveza, va dando pasitos laterales huyendo de los poseídos por el espíritu de las bebidas espirituosas y va a dar a una zona con sofalitos bastante raídos, donde se concentran miembros un poco más apaciguados. La señora se sienta a charlar.
Un grupo de señores que cantan se arranca por villancicos. La manada jalea; una moza se desmelena; otra hace piruetas en lo que pudiere ser una barra americana; un señor tropieza con un asiento y se desparrama; otro que parece de los hermanos Matamoros baila de forma antisensual; todo el mundo toca palmas con mejor o peor suerte.
La señora con tanta palma se desgañita para hacerse oir. Charlar es "Misión imposible 3". Opta por "Micción posible".
Llegar al meódromo implica pasar a través de las manadas de los siete reinos, sin olvidar el improvisado escenario donde los juglares entonan su zambombá. 
Pero la señora es intrépida y lo consigue.
A la vuelta, el club de los espirituosos ataca de nuevo.
   - ¡Un cubatita!
Sonrisa... pasitos laterales... 



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